lunes, 5 de mayo de 2008

Ley de radiodifusión

El mercado de medios argentino está regulado por la ley 22.285 y modificada en algunos aspectos, sobre todo en lo que hace a la participación accionaria, por la conocida Ley Dromi, de desregulación del Estado. Esta ley no solo afecto a los medios, sino que permitió el desguace del Estado nacional.
Ahora, luego de 35 años de democracia ininterrumpida el gobierno impulsa la loable tarea de modificar la 22.285 y generar nuevas reglas para un mercado anárquico.
Claro, no todo es tan tranquilo. A este gobierno de los kircher no le gustan los medios ni los periodistas que no avalen a su proceder.... hay que ser honesto, a ninguno le gustaron y siempre quisieron cambiar las reglas del juego. El tema es que ahora, si el consenso acompaña es posible una nueva ley de radiodifusión (incluirá a tecnología digital? - radiodifusión es un concepto arcaico-). Algunos genuflexos del poder formaron un observatorio de medios para acompañar argumentos gubernamentales. Al poder no le gusta que lo miren y cuestiones.
Pero tampoco se trata de medios solamente.
Cuando estudiaba en la universidad veía a los medios como pulpos ávidos de ganancias. mercaderes del sentido, manipuladores de la democracia, mandarines de los significados sociales, etc. Detras de los medios hay dueños o directivos con intereses empresarios. Existe de forma incontrastable la libertad de empresa en los medios. la línea editorial trocó en línea comercial. Todo dispuesto con la finalidad de traficar influencias extorsionar o justificar todo para conseguir ganancias.
Al gobierno sigue sin gustarle que alguien hable mal de ellos... en este gobierno Ni siquiera hay conferencias de prensa...nadie responde nada. la corrupción se ampara en el silencio y la oscuridad. en el miedo. a este gobierno no le gusta.... que pongan la mirada sobre sus acciones.
Pero Claro, en este intento de regular el mercado se olvidaron de lo más importante. el sujeto que media.
El medio no deja de ser un soporte material. el periodista hace su trabajo en el medio.
Vuelvo a la facultad. Allí había periodistas héroes, queríamos ser como ellos. Ahora que trabajo en medios conozco muchos periodistas...demasiado. Las personas tienen intereses y los sujetos no son excepciones. Los periodistas no tienen tribunal de ética, no tienen colegios, no tienen matrícula, no tienen nada que los cuestione en sus yerros. Los periodistas (no todos) envilecen la profesión y el contenido de Ser periodista. deben opinar e investigar. Ser la mosca del poder, porque esa es su función. No pueden negar su papel vital en la democracia y su evolución. Son efectivamente otro poder dentro del juego republicano. Para ser periodista basta con hablar en un micrófono, cámara o escribir con periodicidad. El estatuto del periodista, gestado durante el Peronismo en la década del 50 y aún vigente, protege y permite..... solo eso.
Creo, siendo periodista, que una nueva ley de radiodifusión, debería pensar estamentos que brinden reglas a la profesión, no solo a la empresa. Pero ni el gobierno se anima a ello. Claro, es más facil pagar un sueldo, una pauta publicitaria o un beneficio X para que un periodista mire donde las cosas no pasan.
El contrato de lectura no es tan fuerte aún para controlar a la prensa. El consumo del medio tiene que ver con la educación y eso, otro tema, falla evidentemente.
Imaginen dos líneas de cambio. Buenos medios, es una. la otra: una buena justicia.

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