lunes, 29 de diciembre de 2008

Las putas fiestas


Que cosa no, esto de felicitar a todo el mundo en las fiestas. Navidad y año nuevo parecen ser la misma cosa. Solo los diferencian los regalos. Pero me harta recibir 30 millones de mensajes de texto y cantidades equivalentes de mails y msj en Facebook o cuanto soporte digital exista... A esa gente que los manda todo le importa un cuerno. Para que lo hacen?, los conozco a todos? es necesario que sean los "del millón de amigos" de la canción?.
No digo que no saludes a nadie, sino que lo hagas con aquellos que importan. En definitiva no respondí ningun mensaje que no sea de mi familia o no llamé a nadie. Me harta la hipocresía del saludador compulsivo "porque queda politicamente correcto".
No creo en Dios ni en ningún ente similar que respalde una fiesta, sin embargo me gusta pasarla bien cada fin de año aunque más no sea para volver a empezar a patinar en al mismo barro cada enero y meses subsecuentes. Me empelota, eso si, aqullos que en el fárrago infernal de salutaciones terminana por quitarle sentido al evento. Es como repetirse una palabra miles de veces hasta vaciarla de sentido.
En suma, lo peor de las fiestas no es repetir la comida sobrante durante una semana o volver a la misma rutina de siempre luego de año nuevo para descubrir que casi nada cambió. Lo peor sin duda, son los sacrílegos de la semiótica navideña.

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